Tomás
Tomás no idolatró sus dudas; cuando Jesús se le apareció y le llamó a creer en su resurrección, Tomás creyó con gozo. La duda no era su estilo de vida. Aunque tuvo sentimientos de incertidumbre y preguntas que necesitaban respuestas, las expresó con honestidad; y cuando obtuvo sus respuestas, descansó en la verdad y abrazó con alegría la realidad de la resurrección de Jesús.
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La Mujer del Pozo
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